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Demanda laboral en el mercado estadounidense

“Ellos nos quitan los trabajos”.
**La historia que nos contamos a nosotros sobre los migrantes es que la inmigración conduce a la perdida de trabajos para los Estadounidenses, sin embargo, políticos y expertos económicos, más allá de cualquier tendencia ideológica reconocen que es simplemente un mito.

La migración e inmigración genera un beneficio neto en el país de acogida en términos económicos y culturales. Es necesario que entendamos lo que el Dr. Bruce Anderson se refiere cuando dice: “Quisiera que todos los norteamericanos reconocieran que ellos se benefician de una fuerza laboral obrera de piel morena”.

Nosotros en Estado Unidos debemos responsabilizarnos de esto y disfrutar de las ventajas de atraer migrantes hacia nuestra frontera. Es tiempo de cambiar la narrativa.

Llegando a Estados Unidos: Tierra de oportunidades y obstáculos

National Council of la Raza - NCLR

Vienen en busca de una mejor vida para ellos y sus familias? Quieren proveer a sus familiares en casa? Están escapando de persecuciones o siguiendo un sueño hacia la “tierra de oportunidades?”. La historia de nuestra nación nos muestra que la lista de razones por las cuáles una persona migra a los Estados Unidos es muy variada, así como la población misma de migrantes.

“Quién es Dayani Cristal?” nos cuenta de manera muy cuidadosa el viaje de un migrante hacia Estados Unidos desde Honduras, en donde el contexto social de su país de origen que lo lleva a tomar esa decisión es gradualmente revelado a través del documental. Muchas son las razones que llevan a los inmigrantes a dejar su país de origen, y cómo vemos con Dilcy, muchos de ellos arriesgan sus vidas en el proceso. De igual manera, uno de los factores más fuertes que atrae a los inmigrantes somos nosotros mismos -es decir nuestra economía, específicamente la demanda laboral en el país.

Hemos escuchado historias a lo largo de la nación sobre cómo los inmigrantes están contribuyendo a las economías locales, en cómo los negocios americanos dependen de su mano de obra y como los mismos inmigrantes traen a la mesa su propia actitud emprendedora. Muchos de los trabajos que necesitamos llenar —trabajo agrícola, construcción, lavado de platos, servicios de aseo doméstico, etc- son trabajos agotadores y mal remunerados que muchos de los americanos no tienen ningún interés en realizar. Nosotros en el Consejo Nacional de la Raza (NCLR), la más grande comunidad nacional de promoción de los derechos civiles para hispanos, hablamos con algunas de las organizaciones de base afiliadas y sus respuestas evidencian una necesidad histórica de mano de obra en lugares como Charlotte, Carolina del Norte, Chicago, Illinois y Stockton, California.

Cuando nuestra economía crece, la necesidad por mano de obra aumenta, y usualmente vemos un aumento en la migración con el fin de satisfacer esa necesidad. En los últimos años con la crisis financiera hemos visto una disminución en la migración por esa misma razón. Según el PEW Hispanic Center el número de migrantes indocumentados entrando a Estados Unidos era dos tercios menor entre 2007-2009 a diferencia de 2000-2005. Pero esto no significa que la necesidad por cualquier tipo de trabajadores no crecerá otra vez. Desafortunadamente nuestro sistema de inmigración está mal equipado para responder a los flujos y reflujos de las necesidades de nuestra economía. Cada año únicamente 5.000 “Green Cards” son avaladas para trabajadores no calificados, pero esa cifra no se acerca a las necesidades de nuestro país. Como se puede ver en el video anterior la comida se está pudriendo en los campos de California y las compañías constructoras en Carolina del Norte no pueden encontrar suficientes trabajadores para llenar sus contratos. Esa es una de las razones por las cuáles necesitamos una reforma migratoria integral que plantee maneras para que los trabajadores inmigrantes entren a Estados Unidos de una manera segura y legal para satisfacer las necesidades de mano de obra en los diferentes sectores de nuestra economía.

NCLR realiza una gran cantidad de trabajo legislativo y análisis de política pública en la economía, migración y la intersección de estos dos fenómenos. Algunas de las áreas claves -como la verificación de empleo y la protección de los trabajadores- debe ser tratada en cualquier reforma migratoria que se realice. Un programa que requiera a los empleadores verificar la elegibilidad de su fuerza laboral es razonable, sin embargo debería implementarse por fases en el curso de varios años, e incluyendo recursos de protección para trabajadores que han sido afectados por errores de sus empleadores o agencias de gobierno. Cualquier programa de verificación de empleo no debería afectar a las personas que están legalmente autorizadas a trabajar. Auditorías independientes a empleadores y agencias, junto con sanciones contra el abuso del sistema son muy importantes para poder monitorear impactos adversos en los trabajadores elegibles y así poder actuar en conformidad.

También es necesario coordinar la aplicación de las leyes laborales y de protección con las leyes de inmigración en el lugar de trabajo. Esto es necesario porque empleadores explotando el status del trabajador indocumentado es una de las principales razones por las cuáles se genera la migración desautorizada.

Los migrantes deberían tener los mismos derechos y responsabilidades que cualquier otro trabajador norteamericano, incluyendo protección de denunciantes, pagos atrasados y un derecho privado de acción en casos de violaciones de la legislación laboral. Ningún trabajador -inmigrante o no- debería soportar discriminación o cualquier situación de explotación laboral en el lugar de trabajo. En la NCLR hemos recolectado historias de inmigrantes y no inmigrantes latinos que han sufrido a raíz de prácticas laborales injustas. Para proteger esta fuerza laboral, cualquier solución comprendida dentro de la reforma migratoria debe incluir medidas para detener a los empleadores inescrupulosos de subvalorar los trabajadores norteamericanos y a su vez explotar a los inmigrantes.

Para lograr esto es necesario proveer a los trabajadores con las capacidades para defenderse ellos mismos con cambio de trabajo y uso de las protecciones laborales que les competen. Adicionalmente, el alcance y efectividad de programas para la empleabilidad para norteamericanos debería ser mejorado para fortalecer las necesidades de la mano de obra de origen estadounidense.

Nuestro país necesita un proceso que responda a nuestras necesidades laborales reales de manera regulada y ordenada, proveyendo a su vez los derechos y protecciones laborales correspondientes, lo cuál implica un gran cambio en nuestro actual sistema. Este tipo de procesos está usualmente mejor equipado para romper el ciclo creado por las reformas migratorias anteriores que lo único que han hecho es fortalecer el cumplimiento de la ley pero han fallado en establecer avenidas legales efectivas que respondan a las necesidades de nuestra economía y protejan la fuerza laboral norteamericana.

En resumen, en NCLR creemos que un programa de este tipo, construido de manera oportuna, con oportunidades para los trabajadores que eventualmente buscan permanencia legal y la ciudadanía, es la mejor manera para prevenir en la nación otros debate sobre la legalización de grupos de trabajadores que viven y trabajan ilegalmente en Estados Unidos. Es claro que nuestro sistema de migración actual no funciona pero NO porque se base en un programa de legalización que viene de 1980, sino porque nuestro sistema legal de migración no puede mantenerse al paso con nuestra economía y nuestros valores de familia.